Detrás de actividades económicas tan cotidianas como pagar el alquiler, contratar a un fontanero o tener que pagar una multa se encuentran los derechos de cobro. En este post te contamos en qué consisten estos derechos, para qué sirven y en qué ocasiones puedes ejercerlos.
El derecho de cobro es el derecho a recibir un pago por parte de un deudor. Este derecho está en manos de un acreedor o prestador de bienes y servicios. Es decir, aquella persona física o jurídica que ha prestado bienes o servicios a un tercero y que tiene el derecho de cobrar por esa transacción económica generada entre ambas partes. El deudor por su parte tiene la obligación de asumir ese compromiso de pago que ha acordado previamente.
Además, el derecho de cobro puede asegurarse mediante diferentes tipos de garantías para el acreedor que refuerzan la obligación.
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¿Qué son las garantías de cobro?
A través de las garantías de los derechos de cobro, tanto los individuos como las empresas, o administraciones públicas cuentan con una garantía real o personal para asegurarse el abono de la deuda. Estas garantías representan una tranquilidad añadida para los acreedores a la hora de recibir la retribución económica acordada previamente con la parte deudora.
Este tipo de derechos son relevantes a la hora de dar defensa o protección legal a los sujetos que realizan operaciones económicas. Estos realizan su actividad teniendo en cuenta riesgos económicos y comprometiendo beneficios futuros. Por esta razón, las entidades o instituciones económicas deben respaldar sus derechos para así incentivar y proteger la actividad económica.
¿Cuáles son las garantías reales y personales?
Existen dos tipos diferentes de garantías de cobro:
Garantías reales
El deudor ofrece un bien como garantía del cumplimiento de la deuda. Por su lado, el acreedor tiene el derecho sobre el bien que se ha entregado como aval. Así pues en caso de incumplirse la devolución del préstamo o deuda, este podría llevar a cabo la venta del bien con tal de recuperar el importe de la deuda que se había contraído.
En el caso de que el deudor cumpla con la devolución de toda la deuda contraída, entonces se le restituye completamente la propiedad del bien que había sido entregado como garantía.
Garantías personales
En estos casos la garantía es un tercer sujeto que pueda responder y hacerse cargo del pago de forma subsidiaria o solidaria. En estos casos la garantía puede ser por fianza o por aval.
La figura del aval recoge aquellos supuestos en los que una persona física o jurídica garantiza el pago de un cheque, letra o pagaré, es decir, de un documento cambiario. Si no se trata de asegurar el pago de estos instrumentos nos encontramos ante un fiador, que prestará una determinada fianza.
La importancia del contrato en los derechos de cobro
La actividad más común en la que entran en juego los derechos de cobro es en la actividad de venta de mercancías o servicios a un tercero. Es decir, la relación comercial que se entabla entre clientes y proveedores.
En ese tipo de relaciones firmar un contrato entre las dos partes involucradas es fundamental para después poder reclamar estos derechos. Es una manera de fijar las condiciones de pago y los plazos para abonarlo. Nos asegura el buen funcionamiento del proceso de transacción de bienes o servicios así como la realización de los pagos o sus futuras reclamaciones en caso de impago. Si todo queda debidamente documentado y firmado por ambas partes, el compromiso es mayor y aumentan las garantías.
Es por eso que supone una práctica fundamental para otorgar mayor confianza entre ambas partes, en especial si no conocemos a la persona con la que vas a establecer la relación comercial.

¿Qué es una cesión de derechos de cobro?
Un derecho de cobro puede traspasarse formalmente a un tercero. Para que suceda ambas partes deben estar completamente de acuerdo y realizar esta transacción de forma voluntaria. La forma más habitual para ceder derechos de cobro es mediante la redacción de dun contrato que especifique los términos de la cesión y que firmen ambas partes. Otra forma de hacerlo es transfiriendo a un tercero el documento de pago contraído con dicha operación comercial.
En el traspaso de derechos de cobro el acreedor antiguo o nuevo no necesita consentimiento del deudor para realizar la cesión. En cambio cuando la figura que se sustituye es la de quien tiene la deuda sí que necesita permiso de la otra parte.
En en todo caso, es necesario notificar debidamente la parte deudora del cambio. Si la notificación no se produce y el deudor realiza el pago al antiguo acreedor, el nuevo acreedor no podrá dirigirse contra aquél para exigirle el pago.
¿Qué operaciones generan derechos de cobro?
Existen muchas operaciones económicas, algunas más obvias que otras, de las que se desprenden derechos de cobro. Veamos algunos ejemplos:
Venta de un bien
Puede ser por ejemplo la compra de un bien inmueble entre dos partes en las que se acuerda un precio y unas condiciones. También en contratos de alquiler se genera este ejemplo de derecho de cobro. A través de un contrato se plantea un acreedor y un deudor donde el arrendatario tendrá que abonar cada mes la cantidad acordada a su arrendador.
Prestación de un servicio
Pueden ser servicios de un fontanero, de reformas del hogar, de consultoría, etc. En estos casos el acreedor tiene su derecho de cobro sobre ese deudor por los servicios prestados.
Abastecimiento de suministros
Empresas energéticas que suministran agua, luz o gas a sus clientes con los que tienen un contrato. Este tipo de compañías actúan como empresa acreedora y las personas que consumen estos recursos son los deudores que tienen que pagar recibos en un determinado periodo de tiempo.
Recaudación de impuestos
Una institución como puede ser el Ministerio de Hacienda tiene el derecho de cobrar impuestos dentro de unas fechas previamente establecidas. También las multas o el impuesto de circulación serían otros ejemplos en los que la Administración Pública actúa como figura acreedora de estas cuantías y el ciudadano como el deudor.
Empresas privadas
Un empleado de una empresa privada tiene derecho de cobro de un sueldo mensual o de, por ejemplo, una indemnización en caso de despido. Cuando la empresa incumple el contrato se genera derecho de cobro por parte del empleado.
Estos son algunos ejemplos de derechos de cobro que consisten en compromisos de abono de cuantías económicas. Ahora bien, en muchos casos y por problemas de solvencia o liquidez se acuerdan entre ambas partes en abonarlos a futuro. En estas situaciones se utilizan medios como pagarés, cheques o letras de cambio.
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