¿En qué consiste la quiebra técnica? ¿Cuáles son sus efectos?

Nov 29, 2021 | Impagos

La quiebra técnica es un concepto que hace referencia a la contabilidad de la empresa y a la situación patrimonial en la que se encuentra. Se da en el momento en el que el valor de los activos que posee una compañía es inferior al de sus deudas.

El volumen de compañías en quiebra técnica han aumentado mucho en los últimos tiempos como consecuencia de la aparición del coronavirus. El Banco de España alertaba a finales de octubre de este año de que una de cada cuatro empresas llegó a encontrarse en una situación de quiebra técnica motivada por la crisis económica derivada de la pandemia de Covid-19.

¿Cómo se puede saber que una empresa está en quiebra técnica?

La quiebra técnica es una situación contable y, por tanto, objetiva. Se produce cuando el activo de la compañía es inferior al pasivo exigible. A la práctica, esto supone que la organización no puede hacer frente a sus obligaciones de pago y, por tanto, incurre en quiebra técnica.

Aún sin tener acceso a la contabilidad de una compañía, puedes empezar a intuir la quiebra técnica cuando se producen retrasos continuados en sus obligaciones de pago a proveedores, empleados y de tributos y cotizaciones sociales.

¿Se puede salir de una situación de quiebra técnica?

Aunque no es un proceso sencillo, sí que se puede salir de una situación de quiebra técnica, sobre todo si se cuenta con liquidez suficiente como para poder hacer frente a los pagos a corto plazo de la empresa. Uno de los recursos previstos por la ley es el concurso de acreedores, aunque se estima que alrededor del 90% de las empresas que entran en concurso de acreedores se acaban liquidando ante la imposibilidad de seguir adelante con el negocio.

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Infografía de concursos de acreedores antes del covid-19

¿Qué pasos se pueden seguir para evitar la declaración de quiebra técnica?

Llegar a una situación de quiebra técnica implica no tener liquidez para afrontar los pagos ni a corto ni a largo plazo, y que el volumen de las deudas sea mayor que el patrimonio de la empresa.

Para hacer frente a esta situación, la legislación vigente recoge el mecanismo de la declaración del concurso de acreedores, pero existen otras herramientas que, en mayor o menor medida, pueden ayudar a evitar llegar a este punto. Por ejemplo, se puede intentar negociar con los acreedores, tanto particulares como empresas o entidades financieras, para poder llegar a un acuerdo de pagos que posibilite la refinanciación de la deuda.

¿Cuáles son los efectos para una empresa?

Una vez que una empresa se declara legalmente en una situación de quiebra técnica, se inicia un procedimiento concursal que, como hemos visto anteriormente, habitualmente conduce a la liquidación de la empresa.

La declaración de un concurso de acreedores es un procedimiento legal que se da cuando una persona, tanto física como jurídica, se encuentra en una situación de insolvencia económica que provoca que le sea imposible hacer frente a sus pagos y deudas.

Desde el momento en el que se inicia el proceso concursal, ninguno de los acreedores podrá emprender acciones legales motivadas por los impagos contra dicho deudor. La figura del administrador concursal tomará las riendas de la situación para analizarla en profundidad, conocer los activos con los que cuenta la empresa y el alcance de la deuda contraída.

El concurso de acreedores garantiza que los trabajadores cobrarán al menos una parte de los salarios que se les adeuden, ya que FOGASA se hará cargo de los mismos. FOGASA son las siglas del Fondo de Garantía Salarial, un organismo autónomo adscrito al Ministerio de Trabajo y Economía Social que, en caso de que una empresa entre en concurso de acreedores, se hace cargo de las indemnizaciones por despido o extinción de la relación laboral, así como de una parte de los sueldos pendientes.

Concurso de acreedores como consecuencia de la quiebra

Llegado el punto de declaración de quiebra técnica, el paso siguiente lógico es la declaración del concurso de acreedores. Mediante este procedimiento legal se intenta que todos los acreedores cobren sus deudas, en la medida de lo posible y siempre que existan activos para poder afrontarlas (como bienes inmuebles que se puedan vender o subastar), a la vez que se garantiza que los trabajadores de la empresa cobren al menos una parte de sus salarios pendientes y la correspondiente indemnización por parte de FOGASA.

Ley de segunda oportunidad para personas físicas

El concurso de acreedores está orientada y diseñada para empresas. En el caso de particulares y autónomos, pueden acogerse a una figura similar: la ley de segunda oportunidad. Dicha norma supone un mecanismo legal mediante el cual la persona física que así lo solicite pueda llegar a renegociar y refinanciar sus deudas e, incluso, llegar a librarse de alguna de ellas. Para poder acogerse a la ley de segunda oportunidad es necesario acreditar la situación de insolvencia y no haberse acogido previamente a ella anteriormente, pero es una herramienta de utilidad para quien realmente demuestre que no puede afrontar sus deudas por causa de fuerza mayor.

Nuestro consejo es que sigas muy de cerca las cifras de tu empresa, que tengas siempre información veraz y actualizada de las cuentas y que, en cuanto la situación se empiece a complicar, intentes contratar los servicios de un especialista en la materia para poder intentar encontrar soluciones antes de llegar al punto de entrar en quiebra técnica.

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